La reorganización empresarial es un mecanismo legal diseñado para preservar empresas viables que enfrentan dificultades financieras, permitiéndoles negociar sus pasivos y ajustar su operación sin llegar a la liquidación.
Básicamente es una segunda oportunidad enfocada en mantener la unidad productiva y el empleo, mientras se reestructura la deuda y la operación para volver a la normalidad. Sí, suena a chance real — pero con reglas claras y supervisión.
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Contexto normativo en Colombia
La Ley 1116 de 2006 establece el régimen de insolvencia empresarial en Colombia, con el objetivo de ofrecer procedimientos para la reorganización y la liquidación ordenada de deudores. Esta normativa busca equilibrar el derecho del acreedor a cobrar con la necesidad de proteger empresas que aún son productivas y generan empleo. La Superintendencia de Sociedades es la entidad que regula y orienta la aplicación práctica de estos procesos.
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Ley 1116 de 2006
La Ley 1116 de 2006 tiene como objeto regular los procesos concursales —entre ellos la reorganización empresarial— para normalizar las relaciones comerciales y crediticias de empresas y comerciantes en dificultades.
Aplican tanto a personas jurídicas como a personas naturales comerciantes y sucursales de extranjeras que realicen negocios permanentes en Colombia.
Esto implica que el proceso no es exclusivo para grandes corporaciones: micro, pequeñas y medianas empresas también pueden acogerse, siempre que demuestren viabilidad económica.
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Reformas recientes y su impacto en la reorganización empresarial
En los últimos años han existido movidas normativas y prácticas administrativas que buscan agilizar y robustecer los procesos concursales —orientadas a facilitar acuerdos rápidos y proteger la continuidad de la empresa—, además de fortalecer la supervisión y la transparencia en su tramitación.
La jurisprudencia y circulares de la Superintendencia han ido aclarando aspectos técnicos (plazos, admisibilidad y deberes informativos), lo que impacta la operatividad del proceso y la estrategia de las partes. Para el asesor legal esto significa mayor énfasis en la documentación técnica, las pruebas de viabilidad y en demostrar una propuesta de reorganización creíble.
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¿Cómo empezar un proceso de organización en Colombia?
El procedimiento busca, en términos generales, suspender las acciones de cobro mientras se negocia un acuerdo y se aprueba judicialmente una solución viable. A continuación, te detallamos los pasos recomendados que nos han funcionado en nuestro bufete de abogados en bucaramanga
| Pasos | Descripción |
|---|---|
Solicitud de admisión y efectos jurídicos de su declinación |
La solicitud de admisión debe presentarse ante la autoridad competente, como la Superintendencia de Sociedades o los centros de conciliación (para personas naturales no comerciantes, según corresponda).
Su admisión produce efectos inmediatos: suspensión de medidas ejecutivas y embargos sobre bienes necesarios para la actividad productiva, brindando un espacio para la negociación. Si la solicitud es rechazada, dichos efectos no aplican y la empresa sigue expuesta a cobros y ejecuciones. Por eso es clave una presentación sólida con pruebas, estados financieros y argumentos de viabilidad. |
Negociación del acuerdo de reorganización con los acreedores |
Una vez admitido el proceso, inicia la negociación con los acreedores para estructurar un acuerdo de reorganización que incluya reestructuración de pasivos, plazos, quitas y medidas operativas.
Se deben definir las prioridades de pago, los plazos máximos establecidos por ley y los pactos de garantía que aseguren la continuidad del negocio (como garantías reales o fiduciarias). La negociación requiere estrategia: cada acreedor tiene incentivos y jerarquías distintas, por lo que la propuesta debe ser realista y balanceada para lograr consenso. |
Formalización, aprobación judicial y efectos del acuerdo |
Una vez pactado, el acuerdo debe ser formalizado y aprobado judicialmente o por la autoridad competente.
Con la aprobación se produce la normalización de relaciones comerciales conforme a lo pactado, la liberación frente a ejecuciones contrarias al acuerdo y la creación de un marco de cumplimiento obligatorio. Este acuerdo tiene fuerza vinculante: su cumplimiento restablece la estabilidad empresarial; el incumplimiento puede derivar en liquidación o sanciones. |
Supuestos de terminación o incumplimiento del acuerdo |
El incumplimiento material del acuerdo —por falta de pago de cuotas esenciales o violación de compromisos clave— puede causar su terminación y liquidación judicial. También pueden darse causales de terminación anticipada por fraude, ocultamiento patrimonial o dolo de los administradores. Por eso, el diseño del acuerdo debe incluir mecanismos de control, alertas y remedios para prevenir o mitigar estos riesgos. |
Elementos clave del acuerdo de reorganización
Un buen acuerdo no es un parche: debe contener una solución integral —operativa, financiera y jurídica— que posibilite la recuperación sostenible del negocio.
Reestructuración operativa y administrativa de la empresa
La reestructuración operativa debe apuntar a que la empresa opere con eficiencia durante y después del proceso. Incluye:
- Revisión de costos y gastos.
- Ajustes organizacionales y roles.
- Plan de continuidad de proveedores y cadena de suministro.
- Si aplica, venta de activos no estratégicos.
Estos cambios deben estar articulados en el acuerdo para demostrar que la empresa no solo pide tiempo, sino que también está cambiando el modelo que la llevó a la crisis.
Reordenación de pasivos y renegociación de deudas
La reordenación de pasivos es la columna vertebral del acuerdo: plazos extendidos, quitas parciales, conversión de deuda en activos o en participación accionaria, y periodos de gracia son herramientas habituales. La propuesta debe ser financieramente viable y mostrar proyecciones claras de flujo de caja que respalden los nuevos compromisos. Si no, los acreedores no la apoyarán.
Protección de la empresa como unidad de explotación y preservación del empleo
Una de las finalidades clásicas de la Ley 1116 es preservar la empresa como unidad de explotación y proteger el empleo. Por eso, las medidas de reorganización suelen priorizar la conservación de la operación productiva y la minimización de despidos masivos. Los acuerdos bien diseñados incluyen cláusulas sobre la continuidad de trabajadores clave y planes para evitar la desarticulación del negocio.
Derechos y obligaciones de acreedores y deudores en el proceso
El acuerdo define derechos y obligaciones: los acreedores tienen derecho a recibir lo pactado y a mecanismos de verificación; el deudor debe cumplir plazos, presentar información financiera periódica y ejecutar las medidas operativas acordadas. Además, la ley establece reglas sobre mayoría para aprobar acuerdos y protección de ciertos créditos (por ejemplo laborales, cuando corresponda). Estas reglas buscan equidad entre las partes.
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Laura Vargas
CEO de GRUPO VABA JURÍDICOS SAS
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