En la vida cotidiana y profesional, interactuamos constantemente con distintos tipos de contratos civiles, a veces sin siquiera notarlo. Desde alquilar un apartamento hasta prestar dinero a un amigo o hacer una donación, cada una de estas acciones está respaldada por una figura jurídica específica. Comprender cómo se clasifican estos contratos y qué los diferencia entre sí es clave para tomar decisiones informadas, evitar conflictos legales y proteger nuestros derechos.
En este artículo te explicaré las principales categorías de contratos civiles —según su causa, forma, estructura y finalidad— y te daré ejemplos concretos para que puedas reconocer cuál se adapta mejor a cada situación. También veremos cómo estos contratos funcionan y qué aspectos tener en cuenta al redactarlos de forma segura y clara.
¿Qué es un contrato civil y por qué es importante conocer sus tipos?
Los contratos civiles son acuerdos legalmente vinculantes entre dos o más personas que crean, modifican o extinguen obligaciones. Están regulados por el Código Civil y son fundamentales en la vida cotidiana, ya que rigen desde la compraventa de bienes hasta acuerdos de arrendamiento, préstamos, donaciones, entre otros.
Conocer los diferentes tipos de contratos civiles no solo es útil para juristas o empresarios. Cualquier persona que quiera proteger sus intereses legales y patrimoniales debería comprender sus características básicas.
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Clasificación de los contratos civiles según diferentes criterios

La legislación civil permite clasificar los contratos desde diversas perspectivas. A continuación, conocerás las categorías más relevantes.
1. Según la causa o motivo del contrato
- Contratos gratuitos o lucrativos: En este tipo de contratos, una de las partes se obliga sin recibir una contraprestación a cambio. Un ejemplo claro es la donación, donde el donante entrega un bien de forma desinteresada.
- Contratos onerosos: Aquí ambas partes obtienen beneficios recíprocos. Un caso común es la compraventa, donde una parte entrega un bien y la otra paga un precio.
- Contratos remuneratorios: Aunque no existe una obligación previa, se establece una retribución por servicios prestados. Es frecuente en situaciones donde alguien decide gratificar a otra persona por un trabajo ya realizado.
2. Según su tipicidad legal
- Contratos típicos: Son aquellos expresamente regulados por el ordenamiento jurídico. Ejemplos incluyen la compraventa, el arrendamiento, el mandato, el préstamo y la fianza. Al estar tipificados, su interpretación suele ser más clara y estándar.
- Contratos atípicos: No se encuentran definidos en la ley, pero son igualmente válidos, siempre que no contravengan disposiciones legales. Estos contratos pueden surgir de nuevas necesidades sociales o tecnológicas, como acuerdos colaborativos o de servicios digitales.
3. Según la manifestación de las obligaciones
- Contratos unilaterales: Solo una de las partes asume obligaciones. Por ejemplo, en una donación simple, solo el donante se compromete a entregar un bien.
- Contratos bilaterales: Ambas partes se obligan entre sí. Un caso claro es el arrendamiento, donde una parte entrega el uso de un bien y la otra paga un canon.
4. Según la independencia jurídica
- Contratos principales: Tienen existencia por sí mismos, como la compraventa o el préstamo.
- Contratos accesorios: Dependen de un contrato principal. Un buen ejemplo es la fianza, que solo tiene sentido si existe una obligación principal que garantizar.
5. Según el equilibrio de las prestaciones
- Contratos conmutativos: Desde el inicio, las prestaciones son ciertas y equivalentes. La compraventa es el paradigma de este tipo.
- Contratos aleatorios: El beneficio o perjuicio depende de un hecho incierto. Ejemplos incluyen las apuestas legales o ciertas rentas vitalicias.
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Ejemplos de contratos civiles comunes y sus características
Conocer ejemplos prácticos permite comprender cómo se aplican estas categorías en la vida real. A continuación, te explicamos en mayor profundidad algunos de los contratos civiles más relevantes:
1. Compraventa
Este es uno de los contratos civiles más utilizados. Una parte (el vendedor) se obliga a entregar un bien o derecho, mientras la otra (el comprador) se compromete a pagar un precio determinado. Este contrato puede aplicarse a bienes muebles e inmuebles, y su ejecución suele implicar la entrega del objeto junto con la transferencia de propiedad.
2. Arrendamiento
Aquí, el arrendador concede el uso o goce temporal de un bien (como una casa o local comercial) a otra persona (el arrendatario), quien a cambio se obliga a pagar un canon o renta periódica. Puede involucrar bienes muebles (como maquinaria) o inmuebles.
3. Donación
Una persona (donante) transfiere gratuitamente un bien a otra (donatario), sin esperar nada a cambio. Puede incluir condiciones o cargas, y en algunos casos requiere la aceptación expresa del donatario y formalidades especiales (por ejemplo, si se dona un bien inmueble).
4. Préstamo
Se divide en dos grandes categorías:
- Mutuo: Se entrega dinero o bienes fungibles (como granos o combustible) con la obligación de devolver otro tanto de la misma especie, calidad y cantidad. Puede o no generar intereses.
- Comodato: Se presta un bien no fungible (por ejemplo, un libro o una herramienta) de forma gratuita, con la obligación de devolver exactamente el mismo objeto prestado.
5. Contrato de trabajo
Un contrato de trabajo es un acuerdo legal entre un empleador y un trabajador, mediante el cual una persona se compromete a prestar servicios personales a cambio de una remuneración.
Este documento establece las condiciones laborales, como el salario, el horario, las funciones y la duración del vínculo.
Puede ser verbal o escrito, y su objetivo principal es proteger los derechos y deberes de ambas partes, asegurando un marco legal justo en la relación laboral. Es fundamental para garantizar estabilidad, claridad y cumplimiento de las normas laborales vigentes.
6. Mandato
Una persona (mandante) encarga a otra (mandatario) que actúe en su nombre para realizar uno o varios actos jurídicos, como cobrar una deuda o firmar un contrato. Puede ser gratuito o con remuneración, y sus efectos varían según se haya otorgado con o sin representación.
¿Cuándo debe hacerse un contrato civil por escrito?
Aunque muchos contratos civiles pueden ser verbales, hay situaciones donde la ley exige la forma escrita para su validez o efectos probatorios:
- Transacciones sobre bienes inmuebles
- Contratos de duración superior a un año
- Garantías personales o reales (como la fianza o la hipoteca)
- Cuando lo solicite alguna de las partes
Tener un contrato por escrito facilita la prueba de su existencia y contenido en caso de controversia.
¿Cuándo debe hacerse un contrato civil por escrito?
Elegir el contrato correcto depende de diversos factores. Estas preguntas pueden ayudarte a definir el camino adecuado:
- ¿Ambas partes obtienen beneficios? → Contrato oneroso
- ¿Solo una parte entrega algo? → Contrato gratuito o unilateral
- ¿Existe un contrato previo al que se vincula? → Contrato accesorio
- ¿El contrato está regulado por la ley? → Típico; si no, atípico
Una matriz comparativa puede ser de gran utilidad:
Tipo de contrato | Bilateral/Unilateral | Gratuito/Oneroso | Principal/Accesorio | Ejemplo |
---|---|---|---|---|
Compraventa | Bilateral | Oneroso | Principal | Vehículo |
Donación | Unilateral | Gratuito | Principal | Bien inmueble |
Fianza | Unilateral | Gratuito u oneroso | Accesorio | Deuda bancaria |
Laura Vargas
CEO de GRUPO VABA JURÍDICOS SAS
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